
-La gran fiesta que dura 50 días
Hermanas y hermanos: hoy es la gran fiesta cristiana, la mayor de todas. Una fiesta tan fiesta que no tenemos bastante con un día para celebrarla: por eso la Pascua dura nada menos que 50 días, siete semanas, hasta la Pascua de Pentecostés (que significa precisamente «cincuenta»). Y todo como una sola y única y gran fiesta.
En realidad, es la única fiesta de los cristianos porque es la que celebramos también cada domingo. Y es normal que así sea porque la Pascua significa aquello que ES EL NÚCLEO, LA RAÍZ Y LA FUERZA DE LA FE CRISTIANA: la gran afirmación de que Jesucristo ha resucitado, está plenamente vivo, es el triunfador de la muerte y de todo mal. Es la gran afirmación de nuestra fe y es una afirmación no para guardarla -como en el congelador para que se conserve- sino para sembrarla en lo más vivo de nuestra vida para que la renueve, penetre y transforme. Porque si Jesucristo vive, vive para nosotros y en nosotros.
Ayer por la noche la comunidad cristiana se reunió para aquella VIGILIA expectante que desemboca en el canto jubiloso del aleluya: la vigilia pascual, la más importante de las reuniones cristianas del año. Y allí los cristianos que pudieron asistir, renovaron su COMPROMISO BAUTISMAL -como haremos nosotros en esta misa- para expresar sencillamente esto: queremos compartir la muerte y resurrección de Cristo, es decir, LUCHAR contra todo lo que hay de mal en nosotros y en el mundo, ABRIRNOS A LA VIDA que es de Dios, que nos enseñó Jesús de Nazaret, que siembra en nosotros el Espíritu Santo.
-Pedro nos explica qué es la Pascua
Para entender y vivir más esta realidad central de nuestra fe, podríamos fijarnos unos momentos en la 1. lectura que hemos leído. Es un resumen de la fe y de la predicación de la PRIMERA COMUNIDAD cristiana. En las palabras de san Pedro encontramos los ASPECTOS PRINCIPALES de la afirmación de la fe. Es decir, de lo que es la Pascua. Esquemáticamente podríamos decir que encontramos tres aspectos.
1) En primer lugar la INICIATIVA, la acción gratuita y amorosa de Dios. Pedro insiste en que es Dios quien nos dio a Jesús de Nazaret, quien lo consagró con su Espíritu y su fuerza de verdad y amor. Jesucristo pasó haciendo el bien (dice san Pedro) y liberando del mal «porque Dios estaba con él». Pero la acción de Dios se MANIFESTÓ SOBRE TODO RESUCITANDO A JESÚS, no permitiendo que el mal y la muerte triunfara sobre Aquél que se había entregado totalmente al bien y a la vida.
2) Esta acción de Dios sigue eficaz y actual hoy para nosotros.
Jesucristo está vivo y está con nosotros, por gracia, por obra de Dios. Pero NOSOTROS TENEMOS QUE RECONOCERLO, tenemos que descubrir su presencia. Y éste es el segundo aspecto que es preciso entender.
De nada nos serviría crecer y repetir que Jesucristo ha resucitado si no sabemos QUIÉN ES JESUCRISTO Y QUÉ es para nosotros. Jesucristo resucitado es el mismo Jesús de Nazaret que nos presentan los evangelios. El mismo que dijo: «YO SOY LA FUENTE del agua de vida que brotará dentro de vosotros»; «Yo soy LA LUZ que guía hacia la vida y vosotros también tenéis que ser luz que guíe»; «Yo soy la RESURRECCIÓN y la vida, y el que crea en mí nunca morirá»; «Yo soy EL REY y mi misión es dar testimonio de la verdad». Aquella verdad que es simplemente: Dios es amor.
3) Este es Jesucristo para nosotros, en nosotros. Es necesario que lo encontremos, lo reconozcamos, en el evangelio y en nuestra vida. Y es preciso también (es el tercer aspecto que subraya san Pedro) QUE LO VIVAMOS, QUE DEMOS TESTIMONIO de él, que lo anunciemos. Es nuestra misión de cristianos, de Iglesia en el mundo. Una misión que es lucha por la verdad y el amor, por el Reino de Dios. Una misión que es un camino difícil, doloroso (como el de Jesús), pero que conduce HACIA LA PLENITUD de vida que la Resurrección de Jesucristo inicia y anuncia. Por eso es una lucha y un camino de esperanza e incluso de fiesta.
Extraído de mercaba.org
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Paz y bien hn@s: Cristo Salvador, que en tu resurrección anunciaste la alegría a las mujeres y a los apóstoles y salvaste al universo entero, conviértenos en testigos de tu resurrección. IESUS CARITAS
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Así sea Hno Betocua. Le saludo invocando el Santo Nombre.
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